Las posibilidades de que la situación económica de la mayoría de ecuatorianos mejore para el presente año son bastante escasas; las proyecciones de crecimiento que realizan organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional o las Naciones Unidas sitúan al Ecuador muy por debajo de la media de 4% de América Latina, es decir un crecimiento por persona prácticamente nulo para nuestro país.
Las cifras disponibles al mes de abril parecen confirmar las oscuras predicciones; el último mes se sumaron 55 mil trabajadores al desempleo, la inflación anualizada fue del 8,2%, la inversión extranjera es prácticamente nula y la posibilidad de reacción del Gobierno es muy limitada, básicamente por la incapacidad de gestión de sus autoridades.
Se desaprovecha el alto precio del petróleo con una administración deficiente del sector, con pérdidas de miles de millones de dólares, la incertidumbre respecto al campo minero, laboral, tributario, entre muchos otros, no permite reactivar la producción y la inversión en obra pública, en la que el Gobierno cifra sus esperanzas, parecen chocar con una infranqueable barrera burocrática.
Estamos desaprovechando las potencialidades del país en casi todos los sectores, lo que se traduce en pobreza para los ecuatorianos; el Estado debe dar seguridades y asociarse al sector privado, controlándolo técnicamente para evitar abusos, pero no puede pretender ser empresario o crear trabajo y riqueza por decreto o mandato, porque los resultados serán exactamente los que estamos sufriendo ahora, a pesar de las buenas intenciones del Gobierno.
martes, 8 de junio de 2010
Pobreza para el Ecuador, sin soluciones
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